El deseo de tener un Mac

Siempre he tenido curiosidad por poseer un Mac. En la época en la que me planteé comprarme un portátil estuve dudando entre un MacBook Pro o un Sony VAIO. No tenía ninguna otra duda. Visité blogs, foros, visioné videos, sistemas operativos… hasta que al final me compré un Sony VAIO.

Gran parte de culpa de que la balanza se decantara a ese lado era que provenía de un entorno totalmente “windowseado”. Es decir, en el cole, en casa y todos los amigos tenían un Windows. Lo más cerca que había visto un Mac (exactamente un iMac) era en la oficina donde trabajo, en donde también tienen un MacBook que fue robado en un congreso. Por supuesto que no tenía suficientes privilegios para poder salsear con ellos.

Con el VAIO llevo ya tres años muy felices, en los que me ha dado grandes alegrías y grandes desgracias. Por tercera vez en estos años ha tenido una visita al Servicio Postventa del MediaMarkt por diferentes motivos. El problema actual me tiene perplejo.

Pero siempre me quedará esa espinita clavada de tener un Mac. Actualmente no estoy en condiciones de gastarme semejante suma de dinero en un capricho con los tiempos que corren y mucho menos si en realidad no lo necesito. Por si acaso tengo esta web guardada en la manga en donde puedes comprarte un Mac de ocasión según tus pretensiones.

Mi hermana y yo tenemos algunos proyectos de compra en mente que todavía no tienen forma. De primeras es mi hermana la que quiere comprarse un portátil decente para llevar las tareas del bar bien organizadas (tanto en casa como en el bar) y después entre los dos dejarnos una pelillas a medias en comprarnos un ultraportátil para cuando ella o yo nos marchemos de vacaciones. Y entre estas dos compras está la de la nueva CPU. Con la actual llevamos 8-9 años con 3 modificaciones en cuanto a hardware y parece que cada vez se envejece antes.

Así que tiempo al tiempo pero tarde o temprano tendré un Mac.