Pensando y pensando hoy me ha ocurrido algo curioso. En un principio no me ha hecho ni puta gracia pero ahora queda como una mera anécdota.
El lunes tengo hora con el médico. Le llamé pidiendo hora a finales de agosto cuando me dieron a elegir si operarme o no. Me dió fecha para el próximo lunes 6. Exactamente no tengo con el médico que quería pero si con uno de su cuerpo técnico (acaba de sonarme a fútbol). El caso es que he olvidado el nombre de la doctora. Hoy he llamado para confirmar dicha cita. La secretaria ha mirado en la agenda y no tenía nada apuntado sobre mí. Sólo me faltaba eso. Ha estado mirando unos diez minutos haber si encontraba la cita y no ha aparecido. A eso hora había otra persona y que me podía dar hora para febrero. ¿Febrero? Tras cabrearme un poco y decirle que llamé hace más de un mes para la consulta ha intentado aliviarme diciéndome que "siempre hay alguien que a última hora anula su cita". Eso no me ayudaba y me ha dicho que me llamaría. A los 15 minutos me ha vuelto a llamar y me ha dicho que el lunes tendrá un hueco para mí pero a otra hora diferente.
Todo ha quedado en una pequeña anécdota pero menudo susto que me he llevado.
0 comentarios:
Publicar un comentario