Ya sé que no escribo con tanta asiduidad como en anteriores épocas. No es que tenga olvidado el blog, simplemente es que estos días de baja son bastante monótonos.
El sábado pasado pude salir a que me diera el aire en la calle. Celebramos la comida anual de la sociedad. Era mi primera vez. Teníamos misa pero mi padre y yo no fuimos. Llegamos a la hora del almuerzo. Choricillo y carne cocida acompañado con un caldo caliente. Un pequeño campeonato de "toka" en el que le dí al hierro una sóla vez de 16 tiros.
Un pequeño "trikipoteo" por el pueblo de Tolosa y vuelta a la sociedad donde los cocineros le estaban dando a las brasas con un calor agobiante. Los entrantes ya estaban servidos. Paté, ibéricos y un pastel de puerros. Después llegó el plato fuerte. Medio bogavante para cada uno. Ya estábamos bastante saturados cuando nos repartieron los sorbetes de limón al cava. "Para que asenteis". Y tanto que para asentar. A continuación venían los solomillos con foie fundido sobre la carne.
Luego vino el postre, un hojaldre la mar de rico. El café y la copa llegaron después, junto con las conversaciones que diferentes socios a los que ahora conozco algo mejor.
Me lo pasé genial aquel día. Por lo menos hasta las 1900h. La Real había comenzado su partido media hora antes su derby contra el Alavés y ya iba ganando desde los 15 segundos. A uno del final llegó el empate. A partir de ahí me dormí en el sofá hasta la noche.
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