Domingo de madrugada. Mañana lunes y vuelta a trabajar otra semana más. Por suerte existen los fines de semana, los cuales me sirven para estar con mis amigos.
Este pasado sábado teníamos encargada una alubiada para 14 personas en Alustiza, un caserío de agroturismo situado en el quinto pino, nunca mejor dicho, pero desde el cual se pueden ver una preciosas vistas de Villabona, Amasa e incluso se ve la costa donostiarra. El sábado cuando subimos la verdad es que nos tocó xirimiri y estando en pleno otoño las ruedas de los coches patinaban un poquillo en las empinadas cuestas hacia el restaurante. No fue nuestro mayor problema.
Sentarnos y directos a los platos. Una alubiada en toda regla. Antes de nada ya teníamos sobre la mesa las guindillas de Ibarra. Las cazuelas de alubias de Tolosa no tardaron en llegar. Bien calentitas se iban sirviendo casi solas en los platos de los comensales mientras la camarera nos seguía llenando la mesa con chorizos, mondejus, berza, morcillas y las bebidas (sidra y vino). Los platos de las guarniciones apenas entraban en la mesa y cuando se llevaba uno vacío ya traía otro para completar el sitio libre que se había creado. En nuestra zona de la mesa nos comimos dos cazuelas de alubias entre 5 personas y los mismo con la morcilla. Las guindillas y la berza las robamos de los de al lado que parecía que no tenían mucho apetito.
Después nos dieron a elegir como segundo plato, costilla o pollo. Normalmente con las alubias y semejante guarnición es suficiente para el estómago pero al parecer nos vió con mucha hambre. Pedimos pollo. Al rato nos trajo las tres aves y para cuando nos trajo las patatas fritas los pollos habían sido despedazados.
Postres, copas y puros y algunos le dieron al mus, otros al chinchón y otros a la tertulia. En total unos 26€ cada uno, bien gastados.
Bajamos de arriba pasadas las 1730h, justo a tiempo para ver el partido de la Real. Lo que se diría ver, poco pudimos ver. La señal de la ETB era escasa y apenas se diferenciaba el balón de las nubes que aparecían en pantalla, además no estaba siendo un partido interesante. Con los ojos algo cansados de mirar la pantalla le dimos al alcohol. Y así hasta la noche.
Hacia las 2130h unos encapuchados intentaron dar fuego al cajero de la Kutxa en Villabona tras volcar 3 containers en mitad de la carretera cortando el paso y prenderles fuego. Los vimos casi in situ pero la verdad es que fue algo de amateur ya que ni los containers ardieron como ellos querían y el cajero apenas ardió. Simplemente quemaron un pequeña parte de la acera sin llegar a la pared. Aún y todo la alarma de la Kutxa saltó. Cuando salimos del bar al que nos dirigíamos cuando ocurrió el percance, el dispositivo policial de la Ertzaintza entorno a la sucursal era bestial. Ni siquiera nos acercamos ya que desde nuestro paso por la plaza se les veía perfectamente armados, con cascos y escudos antidisturbios vigilándonos desde la lejanía. Supongo que un grupo de 14 jovenes les parecerán sospechosos. Y en la siguienta callejuela vimos a otro.
Y así hasta las 0500h de la mañana. Cuando más cansado estaba del maldito alcohol.
Para terminar, sobre el asunto del Guardia Civil asesinado en Capbreton y el otro herido de gravedad... no diré que me entristece.
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