Tras el día después de la inesperada derrota de la Real, estoy prácticamente sin palabras. No sabría explicar la rabia contenida en mi interior. Es impotencia ante semejantes monigotes sin tensión. Es que con el empate también me bastaba para cabrearme y tras el tercer gol... Casi lloré. Perdía totalmente la esperanza de ascenso, aunque todavía queda una jornada. Pero pudiendo ser lo que hubiera sido, la vuelta de hoja ha sido fatal.
Sin tensión ni ná. Ver a Riesgo en el descuento ganando, atajando un balón y en lugar de tirarse al suelo y aguantar unos segundos (incluso hasta que le sacara tarjeta)... Saque largo como si el balón quemase en las manos para un contraataque. Inexperiencia total.
Sólo queda una jornada. La vida o la muerte. En este caso la muerte está más cerca.
Os dejo con los minutos de descuento del Alavés - Real (eus). No es un buen recuerdo pero hay que superarlo. Yo todavía no lo he hecho.
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